Los «Mártires Rioplatenses» evangelizaron en tierras de las Misiones guaraníticas.

Roque nació en Asunción en 1576. Ordenado presbítero en 1598 por Hernando de Trejo, obispo de Córdoba, fue santo párroco en la Catedral de Asunción e integró el primer Sínodo del Río de la Plata, siendo sacerdote diocesano. Movido de vocación misionera ingresó en la Compañía de Jesús con 33 años. Trabajó incansablemente en civilizar a los nativos, reuniéndolos en las Reducciones e instruyéndolos en la fe y la vida cristiana. Un profundo amor a la Eucaristía y a María nutrió su espíritu multifacético de catequista, obrero y enfermero, al igual que de inspirado promotor de la religiosidad popular y la Liturgia. Fundó las actuales ciudades de San Ignacio Guasú y Encarnación, en Paraguay, y Posadas, en Argentina. Fue muerto por la profesión de la fe, el 15 de noviembre de 1628.

A su martirio siguió el de dos jóvenes sacerdotes españoles: Alfonso y Juan. Éste había estudiado en Chile y había defendido intrépidamente a los indígenas ante sus opresores. En 1988, Juan Pablo II canonizó a los tres jesuitas en Asunción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post Navigation